Si, Santiago Carrillo, se ha ido, en silencio, durante su siesta.
Para mi es la pérdida de un amigo, de un viejo amigo, con el que he compartido
partes importantes de mi vida. Nos conocimos físicamente, en loos años
1938, cuando a Barcelona, se habbía trasladado la Comisión Ejecutiva de las
Juventudes Socialistas Unificadas. En estos últimos años decíamos con ironía,
que seguíamos siendo de la JSU, porque no nos habíamos dado de baja. Pero
al margen de ello, lo que si seguíamos siendo, era comunista.
Para mi y a bote pronto. Santiago ha sido la persona más importante de la vida
democrática española, desde la pérdida de la guerra. Baso mi opinión en que
tuvo aciertos políticos en las decisiones tomadas que determinaban la línea
política del Partido Comunista de España, sobre todas destaco
el acierto de que los principios de reconciliación nacional, inspiraran la política
del PCE. Otras opiniones también estaban presentes en el Buró Político del
Partido, hasta el punto que Santiago recibió una carta, firmada por parte del
BP, en la que le ponían prácticamente de “patitas en la calle”. Me referiré a una
anécdota que se vino a aclarar muchos años después.
Estábamos en Praga –año 1954-, comiendo en casa de los Rancaño, que
vivían en el piso del BP en esa ciudad. En forma inesperada, se presentó
Santiago y una acompañante, que envían de Paris. Era extraño que nadie les
hubiera esperado en el aéreo puesto. Se incorporaron a la comida y se habló
de una carta para Santiago. Nadie de los presentes sabía de su contenido. Así
quedaron las cosas, Santiago siguió su viaje a Moscú, donde tenía una reunión
del BP.
Muchos años más tarde, en los 2007, coincidimos Pío y yo con Santiago y
Carmen, en un balneario. Tuvimos 15 días para hablar también del pasado, y
surgió el tema de la carta misteriosa. Santiago nos explicó su contenido -lo que
antes se dijo-. Sin embargo, en la reunión, con el apoyo de Dolores, convenció
de la necesidad de la política de “reconciliación nacional”, que para algunos era
claudicar ante el fascismo. El camino de la “lucha armada”, hubiera significado
la aniquilación del movimiento comunista.
En su larga vida de militante, Santiago no tuvo tiempo de ocuparse a fondo de
temas teóricos y hacer evolucionar el marxismo, en los nuevos desarrollos dell
capitalismo. Si pudo sentar algunas ideas en su obra sobre el eurocomunismo,
que le valieron cesuras de los dogmáticos. Sin embargo,
tuvo la virtud y el saber hacer, de convencer de lo acertado de sus opiniones.
reo que un estudio histórico de todas ellas, permitiría una comprensión más
profunda del movimiento revolucionario español y sería un justo homenaje a la
memoria de Santiago.
Amigo, camarada, puedes descansar en paz, después de haber cumplido
durante una larga y difícil vida con tu militancia de comunista. Y para Carmen y
sus hijos, al unirme a ellos en su tristeza, un fuerte abrazo.
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