El
anecdotario popular, cuenta que un gitano quería que su burro se acostumbrase a
no comer. Decía el “calé” que cada día le iba disminuyendo algo de pienso y que
cuando lo tenía completamente “acostumbradito a no probar ni miaja de comida…
va y se le muere el bicho”.
Pues
al conocer la propuesta sobre las modificaciones a las pensiones, que hace el gobierno del Sr. Rajoy, me siento, yo
pensionista, con 92 abriles, totalmente
solidario con el burro del gitano.
Lo
que ha dicho la ministra es claro: se suben las pensiones 0,25 por ciento
anualmente, sin tener en cuenta el aumento del coste de la vida. Por lo tanto, si
este aumento es de un 3 por ciento, el poder adquisitivo de la pensión BAJA en 2,75
por ciento. Es decir, como al burro, te
disminuyen la comida. Y esto, en un
periodo en que cientos de miles de familias, viven gracias a la pensión de los
abuelos.
Dentro
de poco nos dirán: ¡”Arre pensionista¡ a ver si nos sorprendes como el burro al
gitano y nos ahorramos la pensión”.
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